La Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla otorgó una calificación general de 6.5 a los centros penitenciarios en el estado, de los cuales, el de mejor puntaje fue el CIEPA, que aloja a adolescentes; mientras que el peor evaluado fue el Cereso de Huejotzingo.
Este martes, la presidenta de la CDH de Puebla, Isela Sánchez Soya presentó el Diagnóstico Estatal de Supervisión Penitenciaria, para el cual se realizaron visitas a las 17 cárceles en la entidad durante junio, julio y agosto de 2024.
La ombudsperson indicó que desde su llegada al organismo –el 7 de noviembre de 2024—ha tenido la oportunidad de visitar tres centros penitenciarios de forma personal.
Por ello, manifestó que el penal femenil de Ciudad Serdán es un espacio digno para las mujeres presas en él, aseguró que cumple con los estándares que la Ley pide, incluso que cuentan con dietas nutricionales y especiales para personas con enfermedades o en lactancia.
Indicó que si bien hay quejas de las reclusas sobre que el penal se encuentra lejos de sus lugares de origen, dificultando la visita de sus familiares, tienen mejores condiciones en el reclusorio femenil, pues antes estaban mezcladas con hombres en sitios donde carecían de higiene, agua y padecían el hacinamiento.
“Las mujeres privadas de la libertad se quejan de que se las llevaron lejos, y esto es cierto, pero yo platicaba con ellas que hay que ver los puntos a favor (…) están en un lugar que sí está creado para que puedan convivir de una manera sana”, declaró.
Sin atención focalizada a salud de mujeres
Sin embargo, este penal recibió un 6.2 de calificación, ya que carecen de medicamentos suficientes, pues algunos de los que tenían estaban caducados. Además que no había fármacos de índole pediátrica.
También se advirtió que no se les han realizado exámenes especializados en materia de salud de la mujer; y las pacientes diagnosticadas con cáncer cervicouterino, cáncer de mama y/o VIH no tenían un seguimiento adecuado.
La CDH también criticó la falta de talleres o la posibilidad de laborar en las empresas para generar ingresos; así como de un área de secado de ropa y de cobijas, ya que en la región suele haber descensos de temperatura.
De acuerdo con el diagnóstico penitenciario, el Cereso de Huejotzingo es el peor calificado con 4.6, debido al hacinamiento, pues alberga al doble de personas –238–; es insalubre y sus instalaciones eléctricas representan un riesgo al estar expuestas y cercanas a la tela que cubre el techo de lámina.
En contraste, el Cereso de Tlatlauquitepec recibió el mejor puntaje con 8.4, pues sus áreas de regaderas, dormitorios, cocina y de servicio médico cuentan con suficientes insumos e higiene.
Aunque las instalaciones del penal requieren mantenimiento, debido a que hay humedad por las lluvias constantes, y en el taller de carpintería, la higiene y limpieza son deficientes, por no contar con un espacio de resguardo para las herramientas y residuos.
