Este jueves, desde el Juzgado de Instrucción número 32 de Barcelona, se dictaminó que el FC Barcelona cometió dos delitos en la contratación del atacante francés, Antoine Griezmann.
El fichaje de Griezmann fue en 2019 bajo la administración de Josep María Bartomeu, expresidente del equipo catalán.
El juez encontró evidencias de que el Barcelona fichó al delantero del Atlético de Madrid en un preacuerdo, cuando el jugador todavía tenía contrato, saltando la autorización del equipo al que pertenece y violando automáticamente el reglamento de la FIFA.
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Además, el club blaugrana realizó un pago de 15 millones de euros a los “colchoneros”, como parte de una negociación para evitar que el equipo madrileño presentara pruebas o denunciara por esa acción. No conformes con eso, ocultaron esa transferencia como un “contrato de tanteo de jugadores jóvenes”.
Estas situaciones son identificadas como delitos y son tipificadas como falsedad contable y administración desleal.
Este conflicto legal se suma a los casos como el pago de árbitros de Negreira, los retrasos en la obra del Camp Nou y los problemas económicos del club en la época reciente.
Las denuncias de Joan Laporta, actual dirigente del equipo de la “ciudad Condal”, hacia Bartomeu y varios directivos, cada día toman más fuerza y se establecen como los principales responsables de varios delitos y situación actual del equipo, durante su etapa de 2014 a 2020.
Editor: Alejandro Villanueva
