Este miércoles, el papa Francisco pidió no olvidar la verdadera esencia de la Navidad, “distraídos por el consumismo que corroe su sentido, abrumados por una marea de distracciones y publicidad”.
En audiencia general celebrada en el aula Pablo VI, el pontífice recordó que se cumplen 800 años desde que San Francisco realizó en Greccio, Italia, el primer belén viviente, que fue el origen de la tradición de colocar un nacimiento.
“Y esto tiene mucho que decirnos también a nosotros. Hoy, en efecto, el riesgo de perder lo que cuenta en la vida es grande y paradójicamente aumenta precisamente en Navidad: inmersos en un consumismo que corroe su sentido, abrumados por una marea de distracciones y publicidad, corremos el riesgo de descuidar lo esencial”, dijo.
“El belén nace para reconducirnos a lo que realmente es importante: a Dios, que viene a habitar entre nosotros, pero también a las otras relaciones esenciales, como la familia, apuntó el papa Francisco.
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Asimismo, aconsejó “pararse frente al pesebre para reordenar la vida volviendo a lo esencial. Es como entrar en un oasis para alejarse del ajetreo cotidiano, para encontrar la paz en la oración y el silencio, en una ternura no contaminada”.
Por Redacción
Editora: Brenda Balderas
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