Una jueza federal en Vermont ordenó este miércoles la liberación de Kseniia Petrova, una científica de origen ruso e investigadora de la Universidad de Harvard, quien enfrenta cargos por contrabandear embriones de rana a Estados Unidos.
Petrova, de 30 años, actualmente bajo custodia del Servicio de Alguaciles en Luisiana, será trasladada a Massachusetts este viernes en preparación para una audiencia de fianza la próxima semana. La jueza Christina Reiss, en Burlington, determinó que las acciones de los agentes de inmigración fueron “ilegales” y que Petrova no representa un peligro, destacando que los embriones no estaban vivos ni eran peligrosos.
La científica fue detenida en febrero al llegar al Aeropuerto Internacional Logan de Boston, donde autoridades la interrogaron por no declarar muestras biológicas obtenidas en un laboratorio especializado en Francia, durante sus vacaciones. Petrova negó cualquier intención de contrabando, sin embargo, su visa fue cancelada.
Colegas y expertos testificaron a favor de Petrova, resaltando el valor de su trabajo en el mapeo del desarrollo embrionario para aplicaciones médicas. Michael West, científico y empresario biotecnológico, expresó que se pueden hallar nuevas formas de intervenir en la biología de la regeneración y el envejecimiento. Académicos insisten en que su investigación podría impulsar curas para el cáncer.
La jueza enfatizó que los embriones “no representaban una amenaza para nadie”, abriendo el camino para su liberación mientras continúa el proceso legal.
