Más de 160 mil soldados rusos han perdido la vida en combate desde el inicio de la invasión a Ucrania en febrero de 2022, según reveló una investigación publicada por los medios independientes Meduza y Mediazona.
Este número refleja un aumento significativo en las pérdidas rusas año tras año. En los primeros tres meses de la guerra, las bajas diarias rusas oscilaban entre 40 y 60 soldados.
Sin embargo, esta cifra se disparó hasta alcanzar los 250 muertos diarios en el primer trimestre de 2024. En 2022, se registraron alrededor de 20 mil muertes; en 2023, esta cifra se elevó a unos 50 mil, y en 2024, las pérdidas ascendieron a casi 100 mil soldados.
La estrategia militar rusa, descrita como una “trituradora de carne”, ha sido criticada por enviar oleadas de soldados a la primera línea de combate para desgastar a las fuerzas ucranianas. Esta táctica ha resultado en un alto costo humano, con un número significativo de muertes entre expresidiarios y voluntarios reclutados por Rusia.
Rusia no ha proporcionado cifras oficiales de muertos desde septiembre de 2022, lo que ha generado especulaciones y estimaciones variadas sobre el número real de bajas. La investigación de Meduza y Mediazona se basa en datos recopilados por activistas y no incluye a combatientes de regiones ucranianas anexionadas por Moscú ni a extranjeros.
La guerra en Ucrania ha tenido un impacto devastador en ambos bandos, con estimaciones que sugieren que entre 174 mil y 420 mil personas han muerto en total desde el inicio del conflicto.