El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos se contrajo un 0.5% en el primer trimestre de 2023, marcando el primer retroceso de la economía estadounidense en tres años. Esta caída, publicada por el Buró de Análisis Económico, refleja el impacto de las políticas implementadas por el presidente Donald Trump tras su vuelta al poder en enero.
Se ha informado que la contracción se atribuye principalmente al aumento significativo de las importaciones y a una disminución en el gasto público. En términos intertrimestrales, la economía estadounidense retrocedió un 0.1%, reflejando una leve caída frente a la segunda estimación, cuyos datos fueron publicados previamente.
Adicionalmente, el gasto de consumo y el comportamiento de las exportaciones también sufrieron ajustes a la baja que afectaron las revisiones del PIB. Las exportaciones, cruciales para el balance comercial, crecieron solo un 0.4%, lo que representa una reducción comparativa importante.
El informe destaca que las importaciones aumentaron un 37.5% en el primer trimestre, una cifra considerable, aunque revisada negativamente en casi cinco puntos porcentuales. Por otro lado, el gasto de los hogares, que representa dos tercios de la economía, se incrementó en un modesto 0.5%.
La contracción del PIB entre enero y marzo no solo refleja los ajustes en el consumo y las exportaciones, sino también un leve descenso en el gasto público del 0.7%. Por el contrario, la inversión privada se mantuvo robusta, creciendo un 23.8%, aunque también es ligeramente inferior a la estimación anterior.
En resumen, el primer trimestre de 2023 dio inicio con una contracción económica en EE.UU., influenciada por un aumento desproporcionado en las importaciones y un freno en el consumo, todo ello en el contexto del retorno de políticas económicas más restrictivas bajo la administración Trump.