Las boyas que fueron colocadas como barrera flotante en el río Bravo para frenar a migrantes, podría perjudicar las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y México, consideró la Casa Blanca.
“Claramente no es algo que esté ayudando. Pero no puedo confirmar que haya habido un impacto directo en las relaciones diplomáticas con México”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby.
Kirby recordó que la relación entre Estados Unidos y México “es muy fuerte” porque ambos países comparten una serie de preocupaciones, como el tráfico de fentanilo en la frontera y la crisis migratoria.
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El Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó al estado de Texas por instalar la barrera de boyas, sin autorización federal, en el río Grande.
Y es que la Fiscalía acusa al gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, de incumplir la Ley de ríos de 1899, así como de poner en riesgo a los migrantes y de dañar el medioambiente.
Se precisó que el Gobierno de México ya emitió una protesta diplomática por su instalación, la cual fue ordenada junto con un alambrado por el gobernador texano.
Por Redacción
Editora: Brenda Balderas
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