El Super Bowl del pasado domingo entre los Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers, ha pasado a la historia de la televisión de Estados Unidos como uno de los eventos más vistos transmitidos en vivo.
Y es que el último juego de la temporada, el más importante de todo el año, alcanzó una audiencia de 123,4 millones de espectadores.
La edición del Super Bowl LVIII batió la marca alcanzada un año antes de 115.1 millones de espectadores.
Sin embargo, el Super Bowl aún queda por detrás de la transmisión televisada del alunizaje del Apolo 11 en 1969, seguido por entre 125 y 150 millones de estadounidenses, según distintas estimaciones.
En Estados Unidos, el juego entre Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers fue televisado por distintas cadenas, CBS, Nickelodeon, Univision, además de las plataformas de steaming por Paramount+ y la NFL.
De acuerdo con expertos, el incremento de la audiencia del Super Bowl puede atribuirse, en parte, a un cambio en la forma en que se cuentan los espectadores.
Nielsen, que se dedica a las mediciones de audiencia de transmisiones, comenzó a incluir en sus ‘ratings’ a los espectadores que se encontraban fuera de su casa en 2020, pero solo de mercados limitados.
Otro factor que se tomó a considerar, fue el seguimiento de las fans de Taylor Swift, quien tomó reflectores este año en la NFL por su relación con el jugador de los Chiefs, Travis Kelce.
Por: Redacción
Editor: Guillermo Leal
