Rusia ha emitido una grave advertencia sobre el riesgo de una Tercera Guerra Mundial si Estados Unidos decide permitir que Ucrania utilice misiles de largo alcance en su conflicto con Moscú.
Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión entre Occidente y Rusia, en medio de la guerra en Ucrania que ha desatado preocupaciones globales sobre la escalada del conflicto.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, subrayó que el suministro de misiles de largo alcance a Ucrania por parte de Estados Unidos podría tener consecuencias desastrosas y llevar a una escalada militar significativa.
Peskov enfatizó que estas acciones no solo afectarían la dinámica del conflicto, sino que también podrían poner en peligro la seguridad global, insinuando que Rusia podría verse obligada a responder de manera contundente si se cruzan ciertas “líneas rojas” en el suministro militar a Ucrania.
La advertencia rusa ha generado reacciones mixtas entre los líderes mundiales, quienes están divididos sobre cómo abordar el conflicto. Algunos países han expresado su preocupación por las implicaciones de un aumento en la capacidad militar de Ucrania, mientras que otros continúan apoyando la entrega de armamento para ayudar al país a defenderse contra la invasión rusa.
Esta situación plantea un dilema complicado para Estados Unidos y sus aliados, quienes deben equilibrar su apoyo a Ucrania con el riesgo de provocar una respuesta militar más agresiva por parte de Rusia.
Desde el inicio de la invasión rusa en 2022, las tensiones han aumentado considerablemente, llevando a una serie de sanciones económicas contra Rusia y un incremento en el apoyo militar a Ucrania por parte de Occidente.
La posibilidad de que Ucrania reciba misiles de largo alcance ha sido un tema candente en las discusiones diplomáticas recientes, ya que estos sistemas podrían cambiar significativamente el equilibrio del poder en el campo de batalla.
