Lilia Cedillo, al rescate BUAP “post pandemia”

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Por Patricia Estrada

El nombre de la Doctora en Ciencias (Microbiología) desde 1990, Lilia Cedillo Ramírez quedará inscrito en la historia de Puebla como la primera mujer en asumir la rectoría de la BUAP.

Su extenso currículum refleja 39 años de esfuerzo y perseverancia en la academia, en la trinchera de la investigación, sin el protagonismo político que empañe su trayectoria profesional para enfrentar su nuevo reto a partir del 4 de octubre.

En la entrevista que concedió a Oro Noticias el viernes 24 de septiembre escuché a una mujer inteligente, articulada y empática con las necesidades de los universitarios y de sus docentes. Conocedora de que vendrá el rescate de la BUAP “post pandemia”, Lilia Cedillo adelantó que las clases seguirán entre presenciales y virtuales debido a la volatilidad del Covid-19.

Con 72 mil 187 votos a su favor de un total de 88 mil sufragios en la elección universitaria, Cedillo logró romper un techo de cristal, ese que comúnmente enfrentamos las mujeres en profesiones de alta competencia. “Las mujeres imprimimos un matiz diferente en la forma de gestionar y dirigir”, dijo en la conversación que sostuvimos durante 12 minutos al aire.

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Lilia Cedillo entiende que el respaldo de su comunidad es necesario para lograr el crecimiento territorial y la calidad académica de la BUAP, sin embargo hay un hecho que amerita atención urgente: La salud mental de los estudiantes. La rectora tiene el propósito de abrir una línea telefónica para detectar la causa y atender los trastornos de los alumnos de una forma más cercana y continua. Y es que la pandemia no solo ha dejado muerte sino también daños psicológicos graves en el sector estudiantil.

Con su estilo y empoderamiento, Lilia Cedillo tranquilizará las turbulentas aguas de la universidad y su relación con el gobierno del estado, factor indispensable en la gobernabilidad de Puebla. Públicamente ha ofrecido un trato respetuoso, abierto y de colaboración con los actores públicos porque sin apoyo presupuestal y político sería más difícil concretar las metas de la BUAP para los próximos 4 años y construir su camino a la reelección.

No tengo dudas de que la BUAP crecerá exponencialmente y entrará a fondo a combatir el acoso sexual, un problema muy grave que la próxima rectora no puede pasar por alto. Confieso que me enorgullece que cada vez haya más mujeres incursionando en los círculos de poder; otra forma de callarle la boca a los misóginos.