Para combatir el absentismo escolar, un problema creciente en los colegios nipones, algunos centros han creado cursos en el metaverso que permiten a los alumnos interactuar entre ellos de forma anónima utilizando avatares, lo que dificulta que existan casos de acoso escolar por la apariencia o el género.
En la última década, el número de estudiantes que faltan al colegio en Japón se ha duplicado, especialmente tras la pandemia de covid-19.
En 2023, se volvió a alcanzar una cifra récord y hubo 346 mil 482 casos de absentismo escolar, según el último informe del Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología.
A diferencia de España, donde la no escolarización o el absentismo prolongado de un niño de entre 6 y 16 años es sancionable para sus progenitores o tutores legales, en Japón no es ilegal que los niños no asistan al colegio aunque la educación sea obligatoria.
Los motivos que provocan el absentismo de los estudiantes son diversos y van desde problemas con los compañeros y el acoso escolar hasta la presión y la rigidez de los colegios japoneses, donde los alumnos dicen no sentirse con la suficiente libertad para ser ellos mismos.
Además, el absentismo escolar puede tener graves consecuencias a largo plazo y el riesgo de que los estudiantes se conviertan en ‘hikikomori’, personas que se aíslan socialmente de manera continuada más de seis meses.
En este contexto, para evitar relacionarse con otros niños y adolescentes, muchos de ellos asisten a colegios por correspondencia, como es el caso de más de 290 mil alumnos de todo Japón.