Hulk Hogan, ícono y leyenda de la lucha libre a nivel mundial, dejó una huella importante en México tras ser parte de dos combates en nuestro país.
En julio de 1983, hizo su debut en el Toreo de Cuatro Caminos junto a Gran Hamada contra Canek y el Perro Aguayo, en una pelea épica que quedó en la historia.
Un año después, el 2 de septiembre de 1984, regresó para una lucha por el campeonato mundial de la WWF ante el Canek, que terminó en empate por doble descalificación. Dicho enfrentamiento fue tan intenso que Hogan sufrió múltiples lesiones.
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En una entrevista reciente, Hogan recordó una de sus luchas en la Ciudad de México con asombro, gracias al estilo caótico y ágil de la lucha libre mexicana.
Confesó que tardó minutos en entender que los relevos no funcionaban como en Estados Unidos y reconoció la pasión y energía que distingue al pancracio nacional.
El paso de Hogan por México marcó los inicios de una época dorada de la lucha libre, cuando “Hulkamania” cruzaba fronteras y su presencia llenaba arenas de todo el mundo.
