En punto de las 12:00 horas se llevó a cabo el repique de campanas en la Catedral de Puebla y en las diferentes parroquias de la Arquidiócesis, tras la muerte del Papa Francisco.
La campana María -con un peso de ocho toneladas y a más de 50 metros de altura- sonó 100 veces durante un tiempo de 30 minutos.
Con el repique de las tres principales campanas, las y los poblanos se unieron al duelo para recordar su legado justo y humanitario.
Su fallecimiento causó sorpresa después de que presidiera la bendición “Urbi et Orbi” desde el balcón central de la plaza de San Pedro.
“Nos afecta su muerte, sin duda el Papa Francisco marcó un antes y un después como promotor de la paz del mundo”, dijo una poblana conmovida por la noticia que corrió como pólvora.
Los fieles realizaron una oración por su eterno descanso frente a su retrato colocado al interior de la Catedral poblana.
Por su parte, el arzobispo de Puebla Víctor Sánchez Espinosa externó sus condolencias y consideró que el Papa fue un artesano de la paz en el mundo.
