Familiares, amigos, aficionados y figuras del fútbol despidieron en Gondomar, cerca de Oporto, al delantero portugués del Liverpool, Diogo Jota, y a su hermano André, fallecidos el jueves en un accidente de tráfico a los 28 años.
La ceremonia, oficiada por el obispo de Oporto en la iglesia principal de Gondomar, reunió a jugadores destacados de la selección portuguesa como Bernardo Silva, Bruno Fernandes, Danilo Pereira y Joao Félix, junto al seleccionador español Roberto Martínez.
El capitán del Liverpool, Virgil van Dijk, y Andrew Robertson llevaron coronas de flores con la camiseta del Liverpool y el número 20, dorsal de Jota. El día anterior, varios compañeros y el entrenador Arne Slot acudieron a la capilla ardiente.
También asistieron el primer ministro Luis Montenegro, el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, el agente Jorge Mendes, el presidente del FC Porto André Villas-Boas y el presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol.
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Destacó la ausencia de Cristiano Ronaldo, mientras que desde Cardiff, el grupo Oasis dedicó a Jota la canción “Live Forever” durante su concierto de regreso.
Minutos de silencio en su honor se guardaron en partidos de la Eurocopa femenina y el Mundial de Clubes. Jugadores como Ruben Neves y Joao Cancelo, visiblemente afectados, viajaron para asistir al funeral.
Jota y su hermano André Silva murieron en un accidente en una autovía del noroeste de España. Iban en un Lamborghini Huracán de alquiler que se salió de la carretera y se incendió, posiblemente por un reventón de neumático mientras adelantaban.
