
A escondidas y con afán de generar dinero, los propietarios de un hotel modificaron los desagües de los Lavaderos de Almoloya para convertirlos en túneles, lo que provocó daños que el INAH y el gobierno de Puebla, repararán para evitar un colapso.
En su habitual conferencia de prensa matutina, el gobernador Miguel Barbosa Huerta indicó que después de recuperar los Lavaderos de Almoloya -que estaban en custodio de privados- se encontró que los túneles que se presumían originalmente eran drenajes, por lo cual ahora hay daños estructurales que ponen en riesgo de colapso la zona.
Al respecto, el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Manuel Villarruel Vázquez, reconoció el trabajo del Ejecutivo para la recuperación de espacios públicos en el área fundacional de Puebla y que es el eje rector de la identidad de los poblanos.
Además, manifestó que el INAH colaborará en el rescate de los Lavaderos de Almoloya, los cual consideró necesario pues forman parte de un legado histórico que habla sobre el asentamiento de poblanos, así como del diálogo entre la humanidad y la naturaleza, ya que se aprovechaba el nacimiento de agua en manantiales para el lavado de textiles con jabones biodegradables.
En su intervención, Enrique Gómez, supervisor del Centro INAH en Puebla, indicó que las modificaciones generaron muchos escurrimientos de agua en la zona intervenida e inestabilidad del suelo, por lo que confirmó el riesgo latente de colapso, que se intensifica con las vibraciones de vehículos.
INAH supervisará obras de reparación
Por su parte, el arquitecto Alberto Miranda explicó que hay un deterioro y desprendimiento de material en los muros de los supuestos túneles; indicó que presentará al INAH el proyecto de intervención para que lo avale.
Igor Ferrer, director de Bienes Muebles e Inmuebles del Estado, refirió que quienes tenían en sus manos la zona histórica construyeron el túnel debajo de los Lavaderos, instalaron luz eléctrica en el piso y colocaron una capilla para realizar bodas civiles, en lo que antes era una cisterna donde se debería desahogar toda la carga de agua.
Finalmente, Barbosa Huerta reiteró que junto con el INAH Puebla elaborarán un proyecto para reparar los daños del supuesto túnel que pasa por debajo de los Lavaderos de Almoloya y que tiene salida en la Plaza de la Amargura, el cual fue realizado por el hotel que tenía bajo su control el Jardín de las Trinitarias y callejones que colindan con el exconvento de San Francisco.
Por Alejandra Olivera
Editor: Iván Betancourt
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