Multiverso Opositor

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“A mi me preguntan qué es la 4T y no sé qué responder”
Cuauhtémoc Cárdenas

¿En qué podrían hermanarse las causas de Francisco Labastida, el primer candidato del PRI que perdió una elección presidencial, con la de su contrincante del año 2000, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas? Increíblemente, cual si se tratara de un multiverso de Marvel, dos décadas después este par de dinosaurios se encuentran en las formas de un clásico remix de los 80, un frente amplio opositor que se hace llamar “Colectivo por México”.

¿Qué tan estéril debe estar la oposición como para que un puñado de figuras que alcanzaron su cénit hace 30 o 40 años le hagan frente al régimen de Andrés Manuel López Obrador? El Colectivo apesta a formol, pues junto con el deslucido ingeniero Cárdenas y el priista Labastida se encuentran figuras como José Narro, Francisco Barnés, Diego Valadés y hasta Clara Jusidman. ¿Qué tienen hoy en común todos estos personajes? Su animadversión a la Cuarta Transformación y su desacuerdo con los arreglos de la coalición Va por México.

¿Qué tan profunda debe ser la decadencia de este país como para que esta alianza de fracasados, en vez de optar por la tranquilidad del asilo de ancianos, se atreva a presentarse ante la opinión pública como “los iluminados” que poseen las soluciones que requiere la emergencia nacional que padecemos.

Y sin embargo, objeto la trayectoria de los personajes, no lo intrínseco de su mensaje:

“No hay cultura de legalidad y las instituciones públicas están rebasadas o asfixiadas desde dentro. Hay intentos por instaurar un régimen unipersonal de concentración de poderes en el que se reine y se someta, no se gobierne para mejora de vida de las personas”.

Quizá lo único verdaderamente criticable sea la calidad moral de estos hombres y mujeres para señalar los males que hoy, desde las instituciones de la vida pública, a todos nos aquejan. ¿O a caso Labastida o Cárdenas no tienen responsabilidad alguna en la crisis política que ellos acertadamente diagnostican? Pobre Colectivo, tan lejos de la congruencia y tan cerca del Alzheimer.

UNA VISITA DE PELÍCULA

Este fin de semana se vio al Presidente de la República muy contento en Puebla y muy cercano con el gobernador Sergio Salomón Céspedes. El lenguaje corporal del Ejecutivo federal fue claro y contundente en cada momento, a tal grado que fue evidente, para propios y extraños, que el gobernador de Puebla no sólo goza del respaldo de Adán Augusto López, secretario de Gobernación –y desde hace algunas semanas principal presidenciable en el radar de Palacio Nacional–, sino que posee además la franca simpatía de López Obrador en persona.

La visita, que originalmente tenía como objetivo el encuentro con más 2 mil 500 Siervos de la Nación, fue todo un éxito político para Salomón Céspedes pues, en definitiva, lo afianzó ante sus pares como un genuino gobernador de la transformación. El triunfo para Casa Aguayo es redondo en un sexenio donde la lealtad y la cercanía lo son todo, enhorabuena gobernador.

Por Enrique Huerta