Por quinto año consecutivo, madres, padres, tías, sobrinos e hijos de las personas desaparecidas en Puebla salieron a las calles para exigir la localización inmediata de sus seres queridos en marco del Día Internacional de la Desaparición Forzada.
Desde la Fiscalía General del Estado (FGE) y hasta el zócalo de Puebla, decenas de familias completas con playeras grabadas con la fotografía y nombre de sus seres queridos lanzaron consignas como “búsqueda efectiva en vida y fosas clandestinas”.
La fundadora del Colectivo La Voz de los Desaparecidos en Puebla, María Luisa Núñez Barojas, recordó que de acuerdo con cifras oficiales son 2 mil 700 personas desaparecidas en la entidad poblana.
Reiteró que de las 100 familias que acompaña, sólo tres fueron encontradas sin vida y están por confirmar un caso más, hallado en una fosa clandestina en Huejotzingo, del cual todavía no devuelven los restos a la familia.
Núñez Barojas lamentó que nada ha cambiado en estos cinco años, tiempo en el que se encuentran todavía con revictimización hacia las familias, investigaciones deficientes y pocos avances en la localización de las personas desaparecidas, cuyo registro es de más de 30 años.
A esto se suma el hostigamiento durante sus movilizaciones, ya que denunció que hay personas infiltradas que se hacen pasar por reporteros, quienes les toman fotografías e intimidan.
Situación que calificó de preocupante ante el caso de Esmeralda Gallardo, madre buscadora que fue asesinada hace más de un año en la colonia Villa Frontera.
En medio de la manifestación entre las consignas y la exigencia de justicia, las madres buscadoras han buscado diversas formas de contar sus historias.
Tal es el caso de Ana Lilia Tlalolini Díaz, quien al cierre de la manifestación interpretó un rap de la historia del Colectivo La Voz de los desaparecidos, en la que relata cómo se formó, las personas que los han apoyado a lo largo de estos años y algunos de sus miembros más destacados como la fundadora del colectivo María Luisa Núñez, madre de Juan de Dios, quien fue hallado sin vida hace año y medio y por quien se organizaron las familias en el estado.
Ana Lilia busca a su hijo Edwin Ariel Reyes Tlalolini, un joven que desapareció a la edad de 18 años en la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras, cuando se dirigía a su trabajo en un hotel, además estudiaba el bachiller en línea.
Por: Guadalupe Juárez
Editor: Guillermo Leal