Desde las primeras horas de este martes, cientos de poblanos se dieron cita en las principales calles por donde pasarían los contingentes del desfile cívico-militar conmemorativo de este 16 de septiembre. Padres de familia, orgullosos de sus hijos, así como familiares de los cadetes participantes, vitoreaban y lanzaban porras a quienes marchaban con gallardía.
Fue desde las 6:00 de la mañana cuando el bulevar 5 de Mayo, a la altura de la avenida Reforma, fue cerrado a la circulación, ya que todo el recorrido abarcaría la calle Juan de Palafox y Mendoza. Para las 9:00 a.m., la mayoría de los asistentes ya se encontraba en su lugar. A pesar de que los rayos del sol comenzaban a intensificarse, eso no fue impedimento para disfrutar del evento. Con sombrillas, sombreros y banquitos, las familias se instalaron cómodamente.
El desfile comenzó alrededor de las 9:45 a.m., encabezado por elementos del Ejército Mexicano, quienes fueron de los más ovacionados, especialmente por los niños. El paso de tanques, soldados, caballos, binomios caninos y demás agrupamientos generó aplausos y gestos de admiración.
Doña Mary, madre de una de las participantes, no pudo contener la emoción al ver a su hija marchar sobre el bulevar.
“Me siento muy contenta por el trabajo que realizan. Son horas de empeño, trabajo y buena organización que se reflejan al momento de marchar… me siento muy orgullosa de ellos”, expresó con orgullo.
A un costado del recorrido, los tradicionales puestos de comida y fruta también se hicieron presentes. Los carritos de tacos aliviaban el hambre de quienes llegaron desde temprano, mientras que el triciclo de fruta ofrecía una opción refrescante. Sin embargo, este año la venta no fue favorable.
Doña Alejandra, vendedora habitual de cada septiembre, comentó: “Muy malas las ventas este año. No se compara con años pasados, pero esperemos que al terminar el desfile mejoren… la fruta es lo que más comen, pero hasta ahora llevamos poca venta”.
La participación de alumnos de diversas instituciones educativas como el CENCH, la escuela Morelos, el CONALEP, el BINE y el Instituto Washington, entre otras, provocó algarabía entre los asistentes. Los familiares lanzaban confeti y porras para motivar a los menores y celebrar la representación de sus escuelas.
No obstante, todo lo que inicia también termina. Alrededor de las 10:30 de la mañana, el desfile concluyó, dejando en el ambiente una mezcla de alegría y nostalgia. Niños y adultos expresaron que, año con año, este desfile representa un fuerte sentido de identidad como poblanos y mexicanos.
Don Esteban, originario del barrio de Analco, compartió su sentir: “Vengo año con año con mi esposa; a ella le gustan los militares y es muy lindo ver cómo marchan. Soy del barrio de Analco y desde niño vengo a ver el desfile… así seguiré por muchos años”.
Editor: Renato León
