Barbarie Emplumada

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¿Qué hacer ante los carnavales de Huehues? ¿Cómo evitar todos los despropósitos que, en aras de usos y costumbres, cometen algunas camadas de estos pictóricos personajes desde el municipio de Huejotzingo hasta la junta auxiliar de San Baltazar Campeche? El año pasado Paola Angón, al frente el Ayuntamiento de San Pedro Cholula, ideó una solución salomónica: por unanimidad de votos la comuna declaró ‘Ley Seca’ durante todo el carnaval.

¿Por qué este año el gobierno de Adán Domínguez no está dispuesto a hacer lo propio en la capital de la entidad? ¿En verdad, nuestro novel alcalde, cree que en Puebla basta con la prohibición de alcohol y pólvora para gobernar a “las mascaritas emplumadas”? ¿O acaso tenemos que confiar nuestras esperanzas civilizatorias en el crimen organizado que, gracias al derecho de piso del que están siendo objeto algunas cuadrillas, termine inhibiendo una práctica que está más cerca de la peligrosidad que de la tradición cultural?

La máscara, el atuendo y las plumas no pueden ser una licencia para que, al calor de las caguamas, estos personajes cometan un increíble número de faltas administrativas e incluso delitos de consideración: ingerir bebidas alcohólicas en plena vía pública, trasiego ilegal de pólvora, conatos de violencia, cierre ilegal de calles y avenidas –incluyendo arterias principales de comunicación–, por no hablar del robo de energía eléctrica que suponen los toquines que sobrevienen al acto ritual de las danzas; son sólo algunas incidencias del decálogo de vejaciones reprochables que ocurren en plena temporada de carnavales.

Las tradiciones, máxime cuando están inscritas en el estándar occidental de la explosión de la carne anterior a la Semana Santa, deben celebrarse en sana convivencia pues nada que transgreda la norma jurídica es digno de conservarse. Los ayuntamientos de la zona metropolitana tienen que enfrentar el reto de civilizar a los Huehues, pues sólo de esta manera se expurgará el vandalismo pueblerino y reprochable de una tradición digna de preservarse.

¿Se atreverán las comunas de San Andrés Cholula, Cuautlancingo e incluso Puebla capital a suspender la venta de alcohol en los locales y establecimientos de ocasión? El acto del buen gobierno transciende el uso propagandístico de eventos y festivales, diseñados para simpatizar y convencer; a veces gobernar implica ir en contra de los deseos del electorado. Esperemos que, por concurso de los gobiernos municipales, este 2024 exista sentido de responsabilidad pública y límites a la impunidad Huehue; de lo contrario prepárese para la barbarie emplumada que se viene, sobre todo en las Juntas Auxiliares.

Por Enrique Huerta