Los ayuntamientos decidirán el destino de los inmuebles que albergaban cárceles municipales, cuyas personas privadas de la libertad ya fueron trasladadas a otros penales; en Zacatlán se pretende restaurar el edificio, para reabrirlo como un teatro.
En entrevista, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina indicó que el cierre de las cárceles obedeció a que ya no estaban en condiciones físicas óptimas, mientras que otras ya no tenían internos.
Señaló que los inmuebles son de propiedad municipal y la mayor parte “estaban cayéndose”, ejemplificó el de Zacatlán cuyo techo tiene daños severos, además mencionó que serán los ayuntamientos los que decidan el futuro de los inmuebles.
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“Había unos que ya estaban en mala condiciones, que ya no tenían personas privadas de su libertad, entonces se tenía que hacer este correr y eficientar los recursos que se tienen para este rubro y también para que los internos estén en mejores condiciones”, expresó.
A mediados de agosto pasado, el edil de Zacatlán, José Luis Márquez Martínez indicó que ante el cierre de la cárcel el inmueble podría ser utilizado como un teatro, aunque el proyecto quedará en manos de su esposa y sucesora en el cargo, Beatriz Sánchez Galindo.
Mientras que de las cárceles de Atlixco, Chiautla de Tapia, Izúcar de Matamoros, Tetela de Ocampo, Tecali de Herrera y Chignahuapan se desconoce el uso que darán a esas instalaciones.
Editor: Renato León Aranda
