Este 2 de septiembre, el presidente chino, Xi Jinping, y el presidente ruso, Vladimir Putin, estuvieron presentes en la firma de un acuerdo para la construcción de gasoducto “Fuerza de Siberia-2”, con el que pretenden abastecer de gas ruso, procedente de Siberia, al país asiático.
La empresa rusa productora y distribuidora de gas, Gazprom, y la compañía estatal china productora de combustible, la Corporación Nacional de Petróleo de China, firmaron un convenio para la construcción un gasoducto que pretende proveer a China con 50 mil metros cúbicos de gas al año.
El contrato estipula un período de 30 años para que Rusia dote al “dragón rojo” de gas, a un precio que es desconocido. El costo fijado estuvo en negociación durante bastante tiempo, e inicialmente, el gobierno chino exigía un precio de 60 dólares por mil metros cúbicos, buscando precios más baratos de los que Gazprom cobraba a los países europeos.
El acuerdo viene como anillo al dedo para ambos países, pues las relaciones con sus contrapartes occidentales cada vez están más tensas, como ejemplo están las relaciones entre Rusia y occidente, pues desde la guerra de Ucrania, Europa ha reducido la adquisición de bienes y servicios procedentes de la nación euroasiático, además de la imposición de diversas sanciones.
Editor: Jesús Israel Villalobos Fernández
