
Por Vera Fernández
Cuando tenía 15 años, Iván Tagle fue recluido en un anexo donde realizaban las llamadas “terapias de conversión”, un conjunto de prácticas que, sin sustentos científicos, pretenden “cambiar” la orientación sexual de las personas de la comunidad LGBT+.
Al platicar su experiencia, señaló que en dicho lugar recurrían a actos de crueldad y violencia para “curar” su homosexualidad como si se tratara de una enfermedad, por lo que tuvo que escapar tiempo después y vivir en situación de calle hasta los 17 años.
“Estuve en uno de estos espacios donde trataban a la homosexualidad como si fuera una enfermedad, comparada con el alcoholismo y la drogadicción. Fui privado de mi libertad desde muy joven, eso me hizo huir de mi casa por los tratos, por la violencia”, comentó.
Actualmente, Iván Tagle se desempeña como director de Yaaj México, una organización encargada de promover, proteger y garantizar los derechos humanos de la comunidad LGBTTTIQ bajo el lema “nada que curar”, haciendo activismo a favor de los jóvenes del país.
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Durante su visita a Puebla este lunes, los integrantes de la organización respaldaron la iniciativa que fue presentada por el diputado de Morena en el Congreso local, Carlos Evangelista Aniceto, para prohibir las terapias de conversión.
La propuesta plantea reformar el Código Penal del Estado para sancionar con uno a tres años de cárcel y multas de hasta 179 mil pesos a quienes impartan las prácticas también conocidas como Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG).
Hasta la fecha, sólo cuatro estados del país prohíben y sancionan penalmente la impartición de ECOSIG, entre los que se encuentran Ciudad de México, Estado de México y Baja California Sur, los cuales avanzaron en el tema hasta hace unos meses.
