¡Rayos! ¿Cuál es mi propósito de vida?

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Antes que comiences a leer este artículo quiero que interiorices y contestes estas preguntas para ti.

  • ¿Estoy satisfecho y feliz con mi trabajo diario?
  • ¿Todas las mañanas me levanto feliz y contento porque tengo un proyecto de vida que me motiva?
  • ¿Estoy de verdad cumpliendo con mi propósito o misión de vida?

Si contestaste por lo menos con un ¡No! a una o a todas estas preguntas, entonces quédate porque este artículo te interesa.

Mucho más gente de lo que crees, en este justo momento, también se está haciendo esta pregunta ¿Cuál es el propósito de mi vida?

Y no tienes que sentirte mal si no tienes clara esta idea, al contrario, si estás leyendo estas líneas quiere decir que haz comenzando a ser consciente de este tema y este es el primer paso.

El no tener claro cuál es nuestro propósito de vida nos puede crear mucha ansiedad, obsesión, intranquilidad y estrés. ¡Calma! deja aligerar un poco tu carga emocional.

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En marzo de 2013, en una plática en Houston, Texas, le preguntaron a Sadhguru -¿Cuál es realmente el propósito de la vida?- a lo cual, él muy sabiamente contestó: -¿No es fantástico que si no hay ningún propósito, no tienes nada que cumplir, puedes simplemente vivir?-

Y continuó diciendo: –La vida es importante, y cuando digo vida no estoy hablando de tu trabajo, tu familia, tu fiesta… ¡Esto es vida! (Entendiendo el simpe hecho de estar y existir). No hay que confundir el ambiente de la vida por vida… tu hogar, tu espacio de trabajo, tu familia, tu fiesta; eso es ambiente de tu vida, esto no es vida. La vida es importante porque es lo único que conoces… no hay nada más. Todo lo demás es imaginario-.

Escuchando estas sabias palabras, te puedo decir que muchas veces nos obsesionamos buscando encajar en el juego de la sociedad, buscando cumplir tareas, trabajos y objetivos que parecen ser propósitos legítimos, pero más bien son roles y actividades que hacemos para encajar en una economía o en el denominado camino de la rata que nos dicta la mercadotecnia y la sociedad consumista mediática. Y al final de todo terminamos agotados, infelices y fastidiados porque no disfrutamos lo que hacemos día a día y menos obtenemos satisfacer nuestros deseos.

Y entonces, un buen día de iluminación, te preguntas ¿Qué pasaría si me dedicara o hiciera lo que más me gusta hacer? ¿Qué pasaría si me divirtiera en mi actividad diaria y me pagaran por eso?

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La verdad es que nos guste o no, en esta vida económicamente adulta debemos de ofrecer nuestro trabajo y esfuerzo a cambio de dinero para poder subsistir. Por esta razón es importante encontrar nuestro propósito, nuestra razón de vivir o lo que los japoneses llaman Ikigai (la razón por la que te sientes motivado para levantarte feliz todos los días).

Primero, hay que detectar un talento que tengamos, creer firmemente en él y que podamos ofrecer a los demás, que podamos ponerlo al servicio de los demás. Absolutamente todos tenemos talentos que son muy fáciles para nosotros, que logramos mejor que los demás y por lo fácil que nos resulta, pensamos que no pueden ser remunerados por “x” o por “y”, nada más alejado de la realidad, siempre confía plenamente en ti. Por ejemplo si te gusta dibujar y eres muy bueno en eso, entonces podrías dedicarte a una actividad en donde te paguen por ello. Si es algo que te apasiona, te nutre emocionalmente y te hace que te levantes con ganas, y seguir haciéndolo te genera felicidad, entonces haz encontrado tu propósito.

Segundo, busca pequeñas metas que cumplir. Por lo general fracasamos en nuestros retos porque nuestros objetivos son demasiado ambiciosos y muy difíciles de cumplir. Ponte una meta, sólo una que quieras cumplir, una que merezca ponerle toda tu atención, dale seguimiento todo los días y no te distraigas. Ponle un tiempo límite para cumplirla, que sea medible. Muchas veces queremos tener tantas cosas que acabamos no teniendo casi nada. La práctica y la disciplina, construir poco a poco, es el secreto.

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Tercero, libérate de las viejas creencias. No necesitas un coche último modelo carísimo o una súper casa para ser feliz. Libérate de los estereotipos. Mejor piensa y enfócate en lo que realmente quieres y te hace feliz.

Cuarto, busca tu equilibrio. Tu propósito debe de darte un equilibrio en lo espiritual, en lo físico, económico y mental. Es decir, debe de traer armonía a tu vida. Te debe de mantener físicamente, mentalmente y económicamente saludable, además de que sea sostenible con el tiempo. En otras palabras, tu propósito es: lo que amas, lo que el mundo necesita de ti, lo que te haga bien y lo que te haga ganar el suficiente dinero para vivir.

Quinto, disfruta cada paso del camino, no sólo el objetivo final. Las pequeñas cosas que vas logrando en cada meta que te propongas se deben de disfrutar, premiar y alimentar. Cada paso que das es muy importante para llegar a la meta.

Por último, vive Aquí y Ahora intensamente. Se consciente de estar presente en tu presente, no vivas recordando el pasado, ni viviendo el sueño del futuro. Conócete a ti mismo todos los días, disfruta cada paso, cada día y no te des por vencido. Vive tu propósito de vida profundamente, sin obsesiones. La vida ya es hermosa por sí sola, sólo debes de darle el sentido que más te guste.

Deseo de corazón encuentres tu propósito de vida, vivas feliz y contento Aquí y Ahora.

Soy Emerson Mejía López