Activistas mexicanas buscan establecer estrategias que permitan el aborto seguro en casa a mujeres que se encuentren en Estados Unidos.
Debido a que en México el aborto ya no es penalizado en algunos estados, es más fácil conseguir medicamentos que permitan interrumpir el embarazo.
“Queremos crear redes, poner las pastillas en manos de las mujeres que las necesitan y llegar de manera prioritaria a las migrantes”, resumió Verónica Cruz, líder de “Las libres”.
El misoprostol y la mifepristona, son medicinas que se utilizan en las primeras 12 semanas de gestación para crear “abortos caseros“.
Asimismo, el misoprostol es de uso libre en México y en muchos países porque se utiliza para afecciones gástricas.
Sin embargo, para adquirir la mifepristona se requiere receta pero los colectivos la consiguen fácilmente por medio de donaciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, avalan el uso de estos fármacos.
En el territorio estadounidense se espera que la Corte Suprema anule este 2022 la despenalización del aborto, decisión aprobada en 1973.
Más de la mitad de estados tienen restricción para la interrupción en casa, como el que un médico acompañe el procedimiento.
Según algunas activistas, hay exigencias que limitan, complican y hacen inviable la práctica.
Las limitaciones son “restricciones médicas innecesarias impuestas por políticos desconectados del mundo real”, expresó Jacqueline Ayers, vicepresidenta de Planned Parenthood.
Analizar el ramo legal en vigor y encontrar opciones viables que no pongan en peligro a las mujeres que abortan y a quienes las ayudan es el objetivo de los colectivos.
“La mayoría no tiene miedo a lo legal sino a temas médicos, desangrarse, quedarse infértil, son mitos promovidos por colectivos pro-vida para desinformar”, dijo Cruz.
Por: Redacción
Editor: Aline Hernández
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