El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, prometió que evitará que las empresas estadounidenses trasladen sus operaciones al extranjero, además de que las fábricas y empleos se quedarán en el país ya que impondría aranceles significativos a la manufactura automotriz que se realice en México, a pesar de que los consumidores terminarían pagando más.
“Quiero que las empresas automovilísticas alemanas se conviertan en empresas automovilísticas estadounidenses. Quiero que construyan sus plantas aquí” comento el expresidente. De ser elegido, impondría un arancel del 100% a cada automóvil importado desde México. La única manera de evitarlo sería que las empresas fabriquen los vehículos en territorio estadounidense.
Muchas automotrices extranjeras, incluidas las alemanas, ya cuentan con grandes plantas de producción en Estados Unidos. Por ejemplo, BMW tiene una planta de más de 700 mil metros cuadrados en Carolina del Sur, que emplea a 11 mil personas y fabrica más de mil 500 camionetas SUV al día para el mercado estadounidense y 120 países más.
Actualmente, algunas empresas se han instalado en México y fabrican vehículos más pequeños con menores precios, todo esto gracias a un acuerdo comercial que Donald Trump negoció mientras fue mandatario de Estados Unidos. Este acuerdo se rige en que obtienen pequeñas ganancias, pero la mano de obra barata les permite mantener un margen positivo.
“Si las automotrices alemanas aumentan la producción en Estados Unidos, probablemente tendrían que tomarla de Alemania, que entonces operaría por debajo de su capacidad y sería menos eficiente”, dijo Sam Abuelsamid analista de Guidehouse Insights.
Por: Redacción
Editor: Raúl Velázquez Márquez
