Nueve años después de aquel 25 de agosto de 2015 que Paulina Camargo Limón desapareció, sus padres Rocío Limón y Rolando Camargo siguen sin ninguna pista de su hija, pero con la búsqueda en pie.
Apenas este año, casi ocho años después, entraron al departamento de José María en La Margarita como parte de las labores de búsqueda para obtener algún rastro de ella, pero no había nada.
“Paulina está desaparecida, puede estar en cualquier terreno, en cualquier área de Valsequillo, en el río, no sabemos, pero si Dios nos da la oportunidad de seguir de pie, eso quiere decir que algún día, la vamos a encontrar”, dice Rocío Limón.
Este domingo, colocaron siluetas de mujeres alrededor de la fuente de San Miguel en el zócalo de Puebla para visibilizar el impacto de las ausencias de mujeres desaparecidas y de las mujeres víctimas de violencia feminicida en el estado, así como para recordar a Paulina.
Para Rocío estos nueve años sin su hija han sido de un proceso en el que se rompe el alma, el corazón, además de envejecer y enfermar, pero con el impulso del amor por Paulina que los ha hecho luchar para hacer justicia.
“Ella no merecía que le quitaran la oportunidad de ser madre, de su familia, de su padre, de su hermano, de su familia”, agrega.
El juicio por desaparición en contra de José María todavía no tiene fecha y le han dicho a los padres de Paulina que quizás inicie hasta enero o febrero del próximo año, periodo en el que en la primera audiencia se presentarían las pruebas contra él.
Paulina desapareció el 25 de agosto de 2015, después de salir de una cafetería con su exnovio José María, quien era padre del bebé del que estaba embarazada. De acuerdo con la versión oficial de las autoridades, abordaron un taxi y se dirigieron a La Margarita, en el departamento donde vivía su pareja y después sus padres no supieron nada de ella.
Editor: Guillermo Leal
