La actriz estadounidense Meryl Streep lamentó que en Afganistán, una ardilla, una gata y hasta un pájaro goce de más derechos que una mujer, luego de que en dicho país se aprobara una ley que obliga al uso del velo y prohíbe la voz femenina en público.
En un evento titulado “La inclusión de las mujeres en el futuro de Afganistán’, en las Naciones Unidas, Streep aseguró que los animales tienen más derechos que las mujeres, ya que ellos pueden tomar el sol en la calle, corretear por un parque o cantar, ejemplos de las cosas que una mujer no puede hacer.
En agosto pasado, Afganistán aprobó una ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio que obliga al uso del velo para cubrir el rostro y cuerpo de las mujeres, para evitar “causar tentación” y condenó el sonido en público de la voz femenina, incluyendo cantar, recitar, o hablar frente a micrófonos, como una falta contra la modestia, implementando la interpretación más rigurosa de la ley islámica.
El foro de Mujeres de Afganistán presentó hoy el documental ‘The Sharp Edge of Peace’ sobre cuatro lideresas afganas que tomaron el micrófono para contar la preocupante situación de su país.
Asila Wardak, exdirectora General de Derechos Humanos y Asuntos Internacionales de la Mujer del Ministerio de Relaciones Exteriores afgano explicó que sus “hermanas” afganas han sido borradas de la sociedad y recalcó que “el futuro de Afganistán no puede construirse sobre la base de la exclusión de la mitad de la población”.
“Las mujeres deben ser parte de la solución, no un elemento secundario”, argumentó.
Por su parte, la ministra de exteriores de Indonesia, Retno Marsudi, se describió como: “Una mujer, una madre, una abuela y una musulmana” y señaló que eso no le impide tener acceso a todos los derechos, incluido el de hablar en el edificio de Naciones Unidas.
“Cuando estoy aquí, puedo expresar lo que pienso. Puedo expresar mis aspiraciones. Las mujeres afganas deberían disfrutar del mismo derecho, pero la situación es completamente diferente. Ahora se enfrentan a un retroceso en el progreso en materia de educación, empleo y libertad social”, aseguró Marsudi.
La canciller anotó además que al menos 1.4 millones de niñas han sido vetadas en la educación secundaria en 2024. Esta preocupante situación exige nuestra máxima atención, según la Unesco.