Al ritmo de la batucada, con el sostén descubierto, blusas transparentes, pelucas rosas, brillos y minifaldas en algunos casos, mujeres salieron a las calles en la edición 13 de la Marcha de las Putas.
En las primeras filas se encontraban familiares de Paulina Camargo Limón, entre ellos su madre Rocío Limón, para exigir justicia por su hija, desaparecida desde el 25 de agosto de 2015.
Las participantes de la movilización se pronunciaron por el respeto a la forma en la que se visten las mujeres, además de que no se permita la discriminación, la violencia ni el machismo.
Además, explicaron que el objetivo de su marcha es la resignificación de la palabra “puta”, la cual fue usada por varios años para denigrar a las mujeres que ocupaban el espacio público.
“Nosotras hemos sido llamadas putas, a lo largo de nuestras vidas, desde niñas, adolescentes y mujeres adultas. Esta palabra nos ha dividido, catalogado, clasificado, buscando denigrarnos al hacernos sentir vergüenza en un sistema que nos limita y nos obliga a no sentir placer de nuestros cuerpos “, expusieron.
Por otra parte, lamentaron la violencia que sufren las mujeres a diario en la entidad, por lo que exigieron a la Fiscalía General del Estado (FGE) a hacer su trabajo de manera correcta.
“Reconocemos la cantidad de riesgos a los que nos enfrentamos las mujeres al salir a las calles, por lo que nos negamos a ser presas de ese miedo, dejar pasar nuestras vidas y ceder nuestros derechos ante el privilegio del patriarcado que está en todos lados”, dijeron.
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En el pronunciamiento detallaron que, la movilización que llevan a cabo desde hace 13 años, es una forma de vincularse entre mujeres y colectivas.
Al terminar la marcha, las mujeres bailaron al ritmo de la batucada en la plancha del zócalo en el que ondearon sus cárteles y se abrazaron entre las participantes.
Por Redacción
Editora: Brenda Balderas
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