Este lunes 21 de abril ha fallecido el papa Francisco a los 88 años de edad, así lo anunció cardenal Kevin Joseph Farrel.
Recientemente, el papa Francisco había estado hospitalizado desde el pasado 14 de febrero en el hospital Agostino Gemelli en la ciudad de Roma, debido a complicaciones de una neumonía bilateral.
El doctor Luigi Carbone, médico de consulta del Santo Padre, había señalado que los pulmones de Francisco, eran víctimas de una “infección polimicrobiana” y estaban obstruidos por “virus y bacterias”, lo que hacía que el tratamiento fuera más complejo y requiriera cuidados especiales.
Asimismo, el Vaticano había detallado previamente que el papa Francisco recibió transfusiones de sangre después de que las pruebas mostraran una condición asociada con la anemia.
El Papa Francisco ha dejado una huella indeleble en la historia de la Iglesia Católica, no solo por sus reformas dentro del Vaticano, sino también en cómo inspiró a las nuevas generaciones con su mensaje de sencillez y justicia.
Desde su elección el 13 de marzo de 2013, Francisco se caracterizó como un defensor incansable de los pobres y un promotor del diálogo interreligioso. También promovió reformas financieras para mayor transparencia e implementó medidas contra los abusos sexuales dentro del clero.
Una de las muestras de sencillez y humildad del Papa Francisco fue su decisión por vivir en la residencia Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico Vaticano, enviando un poderoso mensaje sobre la simplicidad.
Asimismo, Francisco jugó un papel significativo en la inclusión de la comunidad LGBTQ dentro de la Iglesia Católica. En un documental titulado “Francesco”, el pontífice expresó su apoyo a las uniones civiles entre personas del mismo sexo, destacando que estas personas tienen derecho a estar en una familia y deben ser protegidas legalmente.
Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina. Creció en una familia modesta con raíces italianas. Antes de entrar al seminario, trabajó como técnico químico, pero pronto sintió el llamado al sacerdocio. Ingresó al noviciado jesuita en 1958 y fue ordenado sacerdote en 1969.
Su ascenso eclesiástico fue meteórico: obispo auxiliar en 1992, arzobispo de Buenos Aires en 1998 y cardenal en 2001. Sin embargo, fue su elección como Papa lo que marcó un punto crucial para la Iglesia Católica.