El Departamento de Comercio de Estados Unidos ha decidido imponer un derecho antidumping del 17.09% a la mayoría de los jitomates frescos importados de México. Esta medida entra en vigor tras el fracaso de las negociaciones para evitarla.
Este aumento en los impuestos a la importación es un intento de proteger la menguante industria del tomate estadounidense, la cual ha visto cómo el 70% del mercado de tomates en USA es abastecido actualmente por México, un aumento significativo respecto al 30% de hace dos décadas.
Los partidarios de esta regulación argumentan que garantizará un consumo de productos cultivados localmente, mientras que los opositores, incluyendo a empresas estadounidenses que cultivan en México, advierten que este impuesto podría elevar el precio de los tomates frescos para los consumidores estadounidenses.
En abril, el Departamento anunció su retirada del Acuerdo de Suspensión de 2019 que regulaba las importaciones de jitomate de México, un acuerdo que había permitido evitar aranceles mediante la subida de precios mínimos. Debido a la presión de productores de tomate estadounidenses, este acuerdo ya no se ha renovado, permitiendo así la implementación del nuevo arancel.
La oficialización de este derecho antidumping ha sido justificada a través de un comunicado en el que se menciona que los precios desleales a los que los tomates mexicanos han sido vendidos han afectado la economía de los agricultores estadounidenses.
Con el fin del Acuerdo de 2019, el Departamento de Comercio respondió a los productores que demandaban una mayor protección y formalizó esta nueva medida para salvaguardar los intereses de la industria agrícola doméstica.