Estados Unidos (EU) permanece en alerta ante la amenaza de posibles actos extremistas durante y tras la celebración de las elecciones intermedias, esto luego de las especulaciones sobre un fraude electoral.
La preocupación aumentó con el ataque al esposo de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, por lo que elementos de seguridad como la Policía del Capitolio tomó medidas adicionales para aumentar la seguridad de los congresistas.
El Departamento de Seguridad Nacional de EU de la Oficina Federal de Investigación (FBI), emitió un informe dirigido a funcionarios estatales y locales en el que advierte que los discursos sobre fraude electoral provocarían reacciones violentas.
Y es que con el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, se tomó la decisión de poner en marcha una lista de mejoras, entre ellas un incremento de la plantilla para garantizar la seguridad del Congreso.
Aun así, autoridades explicaron que es más probable que haya incidentes aislados, que actos masivos como el ocurrido en el Congreso.
“Estas acciones son especialmente difíciles de identificar con antelación, lo que hace que el grado de la amenaza sea difícil de predecir”, explicó Javed Ali, exdirector de Seguridad Nacional.
Recordó, por ejemplo, el intento de secuestro en 2020 de la gobernadora de Míchigan, Gretchen Whitmer, organizado por un pequeño grupo de extremistas que estaban “fuera del radar” de las autoridades, lo que les permitió no ser detectados por el FBI en un primer momento.
Pero la preocupación de las autoridades no se limita a ataques a cargos electos o candidatos, si no también a puntos de votación.
“Ya estamos viendo gente armada en los colegios electorales bajo el pretexto de proteger la votación”, expuso Shannon E. Reid, experta en criminalidad juvenil.
Por su parte la analista político electoral, Steven Gardiner, opinó que “la amenaza de posibles ataques extremistas no deja de ser una intimidación organizada, que proviene de grupos como Stop the Steal y otras organizaciones aliadas”.
Argumentó que esta intimidación puede disuadir a algunos estadounidenses de participar en la votación, particularmente a los más vulnerables.
“Otro de los riesgos apuntados por las autoridades es la posibilidad de que piratas informáticos traten de interferir en los sistemas electrónicos de votación. De ocurrir, podría ser grave porque cerca de dos tercios de electores en Estados Unidos votan electrónicamente”, señaló Gardiner.
Por: Redacción
Editora: Nancy Luna


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