Ana Lilia N. fue violentada por más de 20 años por Cristhian Aldo N., su pareja, con quien tuvo tres hijos, quienes al crecer la siguieron maltratando, forzando a trabajar y la dejaban sin comer, además de mantenerla privada de su libertad por tres años.
La mujer logró escapar de sus captores, pero murió en un hospital sin dientes y con una anemia severa ya que sólo tomaba agua con azúcar para aguantar el hambre.
Sus hijos Luis Enrique N., Martha Julia N. y una menor de identidad reservada, así como el padre de los tres fueron detenidos por el delito de trata de personas con fines de explotación a través de trabajo forzado.
El fiscal Especializado en investigación de delitos desaparición forzada de personas y desaparición cometida por particulares, Alejandro García Badiola, detalló que el 21 de mayo de 2024 Luis Enrique N. denunció la desaparición de su madre Ana Lilia N. de 44 años, al señalar que salió con su padre, la pareja sentimental de éste y sus hermanos para ir a un balneario en Atlixco, por lo que la dejaron en su casa en la capital poblana.
Cuando regresaron afirmaron que no la encontraron, por lo cual denunciaron su desaparición, al buscarla la FGE investigó que Ana Lilia inició su relación en el año 2000 con Cristhian Aldo, vivieron juntos en la casa de la madre de ella y desde esa fecha fue violentada y por él psicológicamente, ya que no la dejaba salir ni tener amigos.
En el 2003 tuvo a su primer hijo, Luis Enrique, dos años después de Martha Julia y en 2007 de su hija menor. La familia se sostuvo del dinero del trabajo de Ana Lili, ya que Christian Aldo nunca trabajó, pues le quitaba su dinero que ganaba con la renta de cuartos de la vivienda que habitaban.
En 2006, Cristhian Aldo se fue de la casa porque se fue a vivir con otra mujer, al año siguiente volvió con Ana Lilia, después falleció la madre de ella y le heredó la casa en la que vivían, en 2017 él la convenció de venderla para construir una mejor.
Después de venderla, le quitó 1 millón 300 mil pesos y se cambiaron a una vivienda que le rentaban a un familiar de él. Ana Lilia seguía siendo violentada por su pareja, amenazada de muerte y obligada a trabajar tapizando interiores de vehículos y quitarle el dinero que ganaba por eso.
En 2021 se volvió a ir de su casa con otra mujer y la dejó con sus hijos para que ella los mantuviera, a partir de esa fecha los tres agredieron a Ana Lilia con amenazas, violencia física y sometimiento.
Le decían que “no servía para nada y que mejor se suicidara”, además de exigirle el dinero de su trabajo, cuando no se lo daba, se los robaban. Cuando era obligada a prepararles alimentos, no le permitían comer, tampoco podía ver a nadie ni salir de su casa.
De esta forma empezó a comer agua con azúcar para soportar el hambre y de vez en cuando una vecina le daba comida.
En los últimos tres años trabajaba sin comer, lo que ocasionó que perdiera sus dientes y que se desmayara de manera frecuente, cuando esto pasaba sus hijos la dejaban en el piso y le decían que “dejara de llamar la atención y se pusiera a trabajar porque necesitaban dinero”.
El 18 de mayo de 2024 escapó y pidió ayuda a una amiga, cuando se enteraron que estaba reportada como desaparecida, la presentó en la Fiscalía, donde llegó en condiciones de salud delicadas.
Por tanto, fue trasladada al Hospital General de Cholula, pesó 38 kilogramos y fue diagnosticada con nutrición severa, infección capilar causados por parásitos, tuberculosis pulmonar, infección de tracto urinario y trastorno mixto de ansiedad y depresión.
El 24 de mayo, la FGE emitió medidas de protección para Ana Lilia, con la que prohibía que su expareja e hijos se acercaran a ella o a su domicilio, además de entregar sus documentos y pertenencias de uso personal.
El 4 de agosto fueron detenidos los cuatro y están en espera de ser vinculados a proceso en una audiencia el 9 de agosto. No obstante, el 4 de agosto Ana Lilia falleció en el hospital por su deteriorada condición de salud, por lo que acreditarán otros delitos a su familia.
Editor: Guillermo Leal