Joe Biden ha autorizado a Ucrania a utilizar misiles de largo alcance proporcionados por Estados Unidos para atacar objetivos dentro de Rusia. Esta decisión levanta restricciones previas y se produce en un momento en que Moscú presuntamente está empleando 12 mil soldados norcoreanos en el conflicto.
La autorización para usar el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMs) contra territorio ruso profundo provocará una escalada en el conflicto y coincide con el posible despliegue de tropas norcoreanas por parte del presidente Vladimir Putin a lo largo de la frontera norte de Ucrania. El objetivo de Rusia sería recuperar territorios tomados por las fuerzas ucranianas.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski reaccionó diciendo que “estas cosas no se anuncian. Los misiles hablarán por sí mismos“. Durante meses, Ucrania ha presionado a Biden para permitir estos ataques, argumentando que la prohibición anterior dificultaba la defensa de Ucrania contra los ataques rusos.
Biden, quien anteriormente se oponía a esta medida para evitar una escalada del conflicto, no mencionó la decisión durante su visita a Brasil por el foro G20. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó el deseo de evitar un empeoramiento permanente de la guerra.
“Queremos paz, queremos una paz justa”, dijo Guterres antes de la cumbre en Río de Janeiro.
El presidente electo Donald Trump, quien tomará posesión en enero, manifestó durante su campaña electoral su intención de concluir el conflicto entre Rusia y Ucrania. Estados Unidos se ha consolidado como el principal aliado de Ucrania en este conflicto, habiendo proporcionado más de 56 mil 200 millones de dólares.
Su triunfo en las elecciones ha generado reacciones entre los partidarios internacionales de Ucrania, quienes temen que una resolución precipitada del conflicto pueda favorecer a Rusia.
