Por una audiencia de Violencia Vicaría, dos grupos de manifestantes se encontraron en las afueras de Casa de Justicia de Puebla, donde los contingentes se confrontaron entre peticiones por “no criminalizar a los hombres” y “no dejar impune la violencia de género”.
Minutos antes de las 10 de la mañana de este jueves 8 de mayo, una camioneta tipo van de color blanca llegó hasta Casa de Justicia, de ella, descendieron casi 40 personas ‘uniformadas’ para pedir que David N., fuera liberado de lo cargos de sustracción de menores con agravante de Violencia Vicaría.
Poco después, a pie y bajo el rayo del sol, llegaron cerca de ocho mujeres con playeras moradas, semblantes de cansancio pero con sed de lucha y exponen, que sus esperanzas, por tercera vez, están en manos de una Jueza, quien podría determinar fincar sentencia condenatoria a favor de Daniela Flores, quien desde hace siete años, señala que su hija fue alejada de su lado como una forma de agresión.
Con bocinas o a puro pulmón, los contingentes intentaban hacerse escuchar, entre gritos de “la Ley Vicaría es una farsa” y “Justicia para todas”, los civiles se enfrentaron, sin necesidad de agresiones, pero con tensión en el ambiente por las diferencias de pensamiento.
Una vez que dio la hora, los dos principales involucrados y una caja llena de documentos, ingresaron al inmueble judicial, donde este día, se desarrollará el proceso que por casi siete años, ha mantenido a David y Daniela, en lucha constante, mientras que su hija, Nelly, presenta daños psicológicos y emocionales de gravedad, que ambos coinciden, no son justos para ella.
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