En un fallo que marca un nuevo capítulo en uno de los casos más mediáticos de Estados Unidos, el juez Michael Jesic, del Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles, redujo este martes la sentencia de Lyle y Erik Menéndez, condenados por el asesinato de sus padres en 1989.
La decisión modifica sus cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional a una sentencia de 50 años de prisión, lo que los hace automáticamente elegibles para solicitar libertad condicional bajo la ley de delincuentes juveniles de California, ya que ambos tenían menos de 26 años al momento de cometer los crímenes.
Lyle, de 57 años, y Erik, de 54, han pasado más de tres décadas tras las rejas por el asesinato de José y Kitty Menéndez en su mansión de Beverly Hills.
El caso, que capturó la atención mundial en los años 90 debido a su cobertura televisiva y al debate sobre los motivos detrás del crimen, volvió al centro de la opinión pública tras el estreno de la serie de Netflix Monsters: The Lyle and Erik Menendez Story y un documental que exploraron las acusaciones de abuso sexual que los hermanos alegaron sufrir por parte de su padre.
El fallo se produce tras una audiencia de dos días en la que testificaron familiares de los Menéndez, incluyendo a su prima Anamaría Baralt, quien afirmó que la familia los ha perdonado y está lista para apoyarlos en su reintegración a la sociedad.
También se presentaron testimonios de funcionarios del Departamento de Correcciones de California, quienes destacaron los esfuerzos de rehabilitación de los hermanos, incluyendo su participación en programas educativos y de apoyo a otros reclusos. Lyle está inscrito en un programa de maestría, mientras que Erik ha completado su título universitario.
La decisión del juez Jesic sigue a la recomendación del exfiscal de distrito George Gascón, quien en octubre de 2024 abogó por una nueva sentencia argumentando que los hermanos habían “pagado su deuda con la sociedad” y que nuevas pruebas, como una carta de Erik de 1988 que describía los presuntos abusos de su padre, respaldaban su caso.
Sin embargo, el actual fiscal Nathan Hochman, quien asumió el cargo en diciembre de 2024, se opuso a la reducción de la sentencia, argumentando que los Menéndez no han mostrado suficiente arrepentimiento ni asumido plena responsabilidad por los asesinatos.
A pesar de la oposición, el juez Jesic consideró que la edad de los hermanos al momento del crimen y su comportamiento ejemplar en prisión justificaban la modificación de la sentencia. Ahora, la libertad de Lyle y Erik dependerá de la evaluación de la junta estatal de libertad condicional, un proceso que podría extenderse varios meses. Incluso si la junta aprueba su liberación, el gobernador de California, Gavin Newsom, tiene la autoridad para intervenir, aunque aún no ha emitido una decisión definitiva sobre posibles solicitudes de clemencia.