El Parlamento de Hungría ha aprobado este martes, con la abrumadora mayoría del Gobierno ultranacionalista, la salida del país de la Corte Penal Internacional, en reacción a la decisión de ese tribunal de acusar al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu de crímenes de guerra en Gaza.
El Gobierno húngaro, que dirige Víktor Orbán, había anunciado esta decisión el pasado abril, coincidiendo con una vista de Netanyahu a Hungría, al opinar que la Corte se ha convertido en un “organismo político”.
Como miembro del Tribunal, Hungría debería haber ejecutado la orden de arresto contra Netanyahu cuando visitó el país en abril, pero Orbán se negó a ello argumentando que el código penal húngaro no aplica las decisiones de la CPI.
“No solemos arrestar a nuestros invitados. No queríamos hacerlo, porque hacemos amigos y es bueno que Israel sea amigo de Hungría”, afirmó entonces.
Hungría se convierte así en el primer país europeo en abandonar este organismo.
Desde Israel, el ministro de Exteriores Gideon Saar, celebró la decisión del parlamento húngaro en su cuenta de X
“Felicito al Parlamento húngaro por su justa e histórica decisión esta mañana de aprobar la retirada de la CPI” escribió Saar.
En febrero, Hungría ya señaló que reconsideraría su cooperación con la CPI, poco después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara sanciones contra el tribunal.
Creada en 2002, la CPI cuenta con 125 Estados miembros y tiene el mandato de enjuiciar los crímenes más graves, como el genocidio, los crímenes de guerra y los delitos de lesa humanidad, cuando los Estados no pueden o no quieren hacerlo por sí mismos.
Hasta la fecha, solo dos países han abandonado la CPI: Burundi en 2017 y Filipinas en 2019.