La gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, vetó el controvertido proyecto de ley SB 1231, el cual habría otorgado a la policía local y estatal la autoridad para detener a migrantes sospechosos de ingresar ilegalmente a Estados Unidos, además de brindar inmunidad a los agentes en caso de demandas.
El proyecto, conocido como la Ley de Invasión de Arizona, fue enviado al escritorio de Hobbs de manera expedita por legisladores republicanos, los cuales omitieron el debate normal en la Cámara de Representantes del estado.
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Hobbs argumentó que el proyecto no aseguraba la frontera y tendría consecuencias perjudiciales para las comunidades y empresas del estado, así como para el personal encargado de hacer cumplir la ley y el sistema judicial estatal. Además, señaló importantes preocupaciones constitucionales y la posibilidad de un litigio costoso y prolongado.
La medida migratoria habría sido una de las más estrictas de Arizona, ya que permitiría a la policía cuestionar el estatus migratorio de las personas y les otorgaría inmunidad en demandas relacionadas con la aplicación de la ley.
Noah Schramm, de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) de Arizona, calificó el proyecto como antiinmigrante y extremo, y agradeció el veto de Hobbs. Destacó que la legislación habría incitado divisiones en lugar de proteger a las comunidades de Arizona.
El proyecto de ley de Arizona seguía los pasos de una controvertida ley de Texas, recientemente aprobada, que permite a las autoridades policiales detener y expulsar a México a inmigrantes sospechosos de ingresar ilegalmente a Estados Unidos. Esta ley fue bloqueada temporalmente por la Corte Suprema después de una batalla legal.
Por Redacción
Editora: Mafer Montes
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