Un gato doméstico, que el año pasado ayudó con el hallazgo de un virus, volvió a demostrar sus habilidades al llevar a científicos el descubrimiento de una nueva cepa de ortoreovirus. Este virus se asocia con infecciones leves en vías respiratorias superiores o gastroenteritis.
John Lednicky, virólogo de la Facultad de Salud Pública y Profesiones de la Salud de la Universidad de Florida, tiene un gato llamado Pepper, quien es aficionado a la caza. El felino acostumbra a llevar animales muertos a su dueño. Ante esto, ha aprovechado este comportamiento para avanzar en sus investigaciones sobre virus.
En 2023, Pepper le “regaló” un ratón a Lednicky, el cual permitió descubrir el primer jeilongvirus en Estados Unidos. El virus, nombrado “Jeilongvirus 1 de roedores de Gainesville (GRJV1)”, solo se había detectado en África, Asia, Europa y Sudamérica. Este puede infectar células de distintas especies y es un candidato para propagarse entre ellas.
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La más reciente captura del felino, una musaraña muerta de cola corta, llevó a la identificación de una nueva cepa de orthoreovirus. El equipo de la Universidad de Florida la denominó oficialmente como “orthoreovirus mamífero tipo 3 de la musaraña de Gainesville, cepa UF-1”.
Virus similares a este suelen infectar a humanos, venados, murciélagos y otros mamíferos. En los humanos, los efectos no están del todo claros, pero se han reportado síntomas aislados de encefalitis, meningitis y gastroenteritis en niños.
Emily DeRuyter, autora principal del estudio, afirmó que no hay motivos para generar preocupación. No obstante, se necesita más investigación para comprender su transmisión, prevalencia en humanos y animales, y el grado de enfermedad que causa.
