Por una fuga de gas derivada de un tanque defectuoso, Mauricio Santiago Arroyo y su familia, perdieron su casa y el sitio donde trabajaban en la Colonia Popular Emiliano Zapata.
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El pasado 5 de julio -narró Mauricio a Oro Noticias– su padre adquirió un tanque de gas con la empresa Gas 1. El repartidor dejó el producto a metro y medio de la parrilla que utilizan para cocinar, sin embargo, la familia no se percató de que el cilindro tenía una falla de origen: una fisura en la parte inferior.
Pasados unos minutos, la fuga de gas ocasionó un incendio que de inmediato consumió el pequeño inmueble que habitaba la familia, compuesta por 7 integrantes.
“Las llamas del tanque alcanzaron 6 o 7 metros y se metieron a la cocina de mi mamá, un cuarto chiquito donde dormíamos y nos quedamos sin nada”, explicó.
Por el momento, la familia duerme en un cuarto pequeño que su vecina les presta y siguen utilizando el patio de su casa para elaborar los tamales que venden.
La empresa no se hace responsable
Al día siguiente del incendio, Mauricio acudió a la Fiscalía General del Estado para interponer una denuncia. Ahí le informaron que el día 7 de julio acudirían peritos a su domicilio con el fin de realizar el avalúo de los daños, sin embargo, éstos se presentaron hasta el 11 de julio.
Tras una revisión, le indicaron que en quince días debe presentarse en el Ministerio Público para dar seguimiento a su denuncia y que espere una segunda visita de peritos de construcción que puedan -o no- calificar el domicilio como un sitio apto para vivir.
Por su parte la empresa Gas 1 se ha deslindado del hecho.
“Nada más mandaron a una persona que me dijo que sólo venía a ver”, explicó Mauricio, quien señaló que dicha persona ya no responde a las llamadas.
Por este motivo, se comunicó nuevamente con la empresa y cuando personal de esta llegó a su domicilio, aseguraron que el tanque involucrado no era suyo.
Por ahora, Mauricio da seguimiento a la denuncia que ya interpuso ante las autoridades y exige que la empresa se haga responsable de los daños que un producto defectuoso generó de forma irreversible en su vivienda.
Por Karla Sánchez
Editora: Brenda Balderas
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