En lugar de porhibir la entrada, las escuelas deberían generar espacios de diálogo y contención para abordar las posibles dudas o comentarios que generaría el hecho de que los alumnos usen el cabello largo, se lo pinten o lleven una vestimenta distinta.
Así lo explicó el psicoterapeuta Daniel Garza en entrevista con Patricia Estrada en Oro Noticias de 6 a 9.
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El experto en “nuevas masculinidades” afirmó que es labor de las escuelas generar espacios para hablar sobre esas diferencias a fin de que sean vistas con dignidad y respeto.
“¿Qué acompañamiento damos en la escuela? Debemos dar a los chicos la capacidad de discernir y de comprender que la apariencia de una persona no determina cómo la trato”, dijo.
Agregó que la vocación de la educación no es replicar la cultura y la sociedad, sino tranformarla y permitirle su crecimiento.
Además, dijo, la Ley General de Educación señala claramente que no deben exisitir impedimientos para que un niño reciba educación.
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No obstante, indicó que en la sociedad aún estamos acostumbrados a que la educación tiene mejores efectos con determinadas normas, tales como el corte de cabello, o la forma de vestir.
“Creemos que esa normas son esenciales para generar mejor aprendizaje, pero… ¿qué ventajas nos traen acatar esas normas?”.
Señaló que si bien es correcto acatar esas normas, no lo es creer que el uniforme o corte de cabello es un signo inequivoco de que se está educando en disciplina, porque sería creer que la disciplina es algo demasiado corto.
“Disciplina es analizar la realidad criticamente y no solo reproducir los valores que la han sostenido”, aseveró.
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Por Redacción
Editor: Iván Betancourt
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