Por Verónica Garay
Ya conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, y tal como se ha dicho, este no es un festejo, sino una llamada de atención hacia todas las asignaturas pendientes en lo que respecta a la justicia e igualdad de derechos.
No pretendemos ser iguales a los hombres, nadie quiere eso, (¡“viva la diferencia!”) sólo queremos que en atención precisamente a esas diferencias se nos permita transitar con seguridad y equidad en las oportunidades.
Los cambios históricos que se han dado en la sociedad, ampliando el rol femenino a no sólo el ámbito de la casa, sino participando activamente en el mundo del trabajo remunerado y la vida pública social, así como la posibilidad de controlar el tema de la maternidad.
Lo anterior, removiendo estructuras y paradigmas en lo más profundo de una cultura machista y patriarcal que hoy en día se vive, desatando así los demonios de la inseguridad y la violencia.
Es tiempo de limpiar nuestras ideas, nuestros mensajes, nuestra publicidad y sobre todo nuestra educación de conceptos machistas, limitantes y permisivos; tanto en nuestras hijas como en nuestros hijos.
No olvidemos que somos las madres las que perpetuamos estos ciclos de desigualdad desde nuestros hogares, faltas de respeto y diversas formas de violencia al permitir e incluso fomentar que esto ocurra.
¡Basta ya!
¡No! a ningún tipo de violencia de género.
Es tiempo de inflexión, conciencia y evolución.
# 💜No a la impunidad
# 💜No a ningún tipo de violencia
# 💜 Niñas de hoy seguras y creciendo en libertad.